¿Quién dijo que en Madrid no hay playa?
Muchos nos habéis preguntado por lugares donde darse un chapuzón y bajar el calor después de participar en alguna de las actividades de Rural It. Como vuestros deseos son órdenes, hemos hecho una selección de rincones idílicos cerca de nuestros productores donde bañarse es un auténtico placer.
Embalse de San Juan
Si vas a conocer estos días la bodega Las Mariscalas, a recolectar productos ecológicos a la Huerta Clarita o a hacer un taller en El Árbol del Pan, no dejes de acercarte al embalse de San Juan, en el municipio de San Martín de Valdeiglesias, donde los madrileños tenemos lo más parecido a una playa a menos de una hora de la capital. Este embalse es el único en toda la Comunidad de Madrid donde está permitido bañarse y también el único en el que se pueden practicar actividades acuáticas a motor, además de disfrutar de sus 10 km de arena. Solo, lo que se dice solo no vas a estar, pero es un sitio estupendo para escapar del calor, y los pinares de alrededor permiten hacer excursiones y picnics muy agradables. Se llega por la M-501 (que por algo se llama “la carretera de los pantanos”) y las zonas más visitadas son las conocidas como “la Virgen de la nueva” y “el Muro”.
Las Presillas y la Isla de Rascafría
Remata tu mañana recogiendo frutos rojos en El Puente del Molino o haciendo un taller de pan en El horno de Lozoya con una visita a las paradisíacas piscinas naturales de Las Presillas, con unas vistas espectaculares a Peñalara, o a la conocida como La Isla de Rascafría, ambas en el cauce del río Lozoya. Además de un paisaje memorable y muchas excursiones alrededor, cuentan con zonas recreativas y todo lo necesario para pasar un día alejado del «caloret».
Las calderas del río Cambrones
Si eres de los que recorres kilómetros de bares para encontrar tu cerveza favorita, Goose, es tu plan. Se encuentra en La Granja de San Ildefonso, así que después de una mañana de cervezas, un paseo hasta un precioso conjunto de pozas que el río Cambrones ha excavado sobre el granito te permitirá darte un baño. Para acceder a ellas hay que caminar al menos 2 km, pero la ruta es sencilla y la excursión vale la pena.